domingo, 2 de diciembre de 2007

NO ES PARA REIRSE



Este video no tiene desperdicio, el tiempo pasa, pero en el fondo la gente cambia poco. Prestad atención a las entrevistas, podrían haber sido hechas hoy mismo, en idéntico escenario (las Ramblas de Barcelona) y las respuestas hubieran sido las mismas.

Con toda la alarma social, que hay hoy en día sobre la violencia de género, la gente seguimos frivolizando sobre el tema, chistes, frases tipo “algo habrá hecho”, forman parte de las conversaciones diarias de la gran mayoría de hombres.

Tenemos acceso a un montón de información, se nos pone la piel de gallina con las noticias de las muertes de mujeres y niños a manos de maridos y padres, pero la violencia sigue instalada en nuestra sociedad, como algo cotidiano.

Hace pocos días una mujer fue acosada por su pareja, a la cual había denunciado por malos tratos, busco protección en varios sitios y le cerraron todas las puertas, nadie quiso saber nada, desesperada, temiendo sufrir otra vez la humillación de ser golpeada, insultada, vejada o tal vez asesinada, prefirió precipitarse desde el balcón de un primer piso. Que impotencia, que soledad la de esa mujer.

Hoy he leído que solo el 1% de las denuncias de malos tratos llegan del entorno de la víctima, familiares, amigos, vecinos… ¿cómo podemos ser tan hipócritas? Ponemos el grito en el cielo viendo las noticias diarias en los medios de comunicación, y damos la espalda a nuestros seres más queridos, justificando lo injustificable, engañándonos y mirando para otro lado. Si nos comportamos de esta manera con la gente cercana, no es de extrañar que cuando la persona que lo sufre es una desconocida nos hagamos los locos.

Soy pesimista. No se me ocurre ninguna salida excepto la personal, la de no pecar de prudentes, es preferible actuar y equivocarnos, a dejar pasar las cosas sin hacer nada. Nadie se merece ningún tipo de justificación frente a la violencia, sea del tipo que sea.

¿Qué piensas?